jueves, 3 de noviembre de 2016

Dabiz Muñoz

David Muñoz es un cocinero de vanguardia con tres estrellas Michelin y 36 años. Lo que se conoce como una carrera de éxito en la que sobresale, su juventud.  Es el elegido para protagonizar la campaña de una bebida alcohólica que se embarca en la conquista de la hora del tapeo, en el intento de vender mas. La idea innovadora de incorporar una bebida con ginebra como acompañamiento de algo tan español solo podia ser emparejada con algo igual de rompedor como la propuesta del sollastre madrileño.  
 
Acompaña su cocina con una estética propia dejando claras sus intenciones de poner no solo los fogones, "patas arriba".


La iniciativa comercial incluye la reformulacion ortográfica de su nombre, en un ejercicio de conquista del mas allà , de la exploración de lo que resulta posible (que no correcto).  

Fonéticamente [b] y [v] resultan idénticas sino fuera porque su nombre se escribe con la última y poca innovación cabe, fuera de considerarla inculta (contrastando con el conocimiento que el madrileño demuestra del arte culinario). David termina en /d/y no /z/,  por mas que sus sonidos se consideren similares a nuestros oídos (dental e interdental respectivamente), por lo que quiero pensar que busca resaltar su origen, dado la confusión que existe entre los nacidos en su misma provincia ante la pronunciación de ambos fonemas (/Madriz/ por /Madrid/).


En esto de vender creía haberlo visto todo, pero ya veo que no, que la osadía puede dar una vuelta de rosca y quedarse tan fresca, pasando por el mas elemental respecto a la forma común de comunicación que es nuestra lengua.            

Luego nos sorprenderemos de que nuestros adolescentes no sepan escribir, o expresarse correctamente. Pero solo siguen el reflejo de lo que nuestra sociedad esta produciendo: el sacrificio del reglamento  por la inmediatez de la atracción y el consumo (Bauman).

jueves, 23 de junio de 2016

Minorias

Hace una semana acudí a una marcha organizada por diversas asociaciones en favor de un tratamiento especial para las personas que sufren celiaquia. Coincidió en el calendario con la celebración del trofeo de fútbol Champions y un día en el que si bien descargó mucha agua, al final despejó la tarde, invitando así a celebrar en la calle. El recuento de los que decidimos presentarnos en la marcha no superaba las 200 personas. Recorrimos el breve trayecto del Paseo del Prado en completa soledad, gritando consignas, frente a una gran mayoría que esperando como estaban a vitorear a su equipo, miraban y se preguntaban quienes seríamos esos pobres locos que en las proximidad de tal acontecimiento deportivo nos habíamos echado a la calle a demandar simplemente,..mas atención.

La democracia, más allà de consideraciones de forma, representa el gobierno de la mayoría sobre la minoría.  Puesto que el afán de la noción democracia es homogeneizar el estatus del ciudadano, se presenta como deber ineludible gobernar pensando en las minorías con las medidas correctoras oportunas  y lograr así, incorporarlas a la mayoría que disfruta con su número del poder en la toma de decisiones. Por no hablar de su poder desestabilizador, remitiéndome a la banda terrorista que protagonizó en nuestro país cerca de 40 años de terror, o aquellas que alimentan los nacionalismos.

Cualquiera de nosotros puede levantarse siendo celiaco. Un buen gobierno debe atender la previsión de los acontecimientos, Legislar en los extremos para evitar la erosión del tejido social y la desigualdad en el trato. Buscar la tarde soleada que arrope a todos, sean cuales sean sus intereses.

viernes, 18 de marzo de 2016

Etimología

Aquellos que tuvimos la oportunidad de que el latín presidiera nuestro currículo de asignaturas nobles, recordamos el inmenso valor de la etimología de las palabras.

Se me viene a la cabeza el origen de la palabra corrupción, no solo por estar de “radiante” actualidad, también por la belleza de su composición (y entiéndase ésta en sus términos linguísticos). Del latín corruptio, corruptiönis, prefijo de intensidad con- y rumpere “romper, hacer pedazos”.

Queda claro tras desmenuzar su composición el sentido destructor de la misma, derivada de la degradación por abandono de alguna cosa. Los ingenieros hablan de la corrupción de materiales cuando se produce la alteración de la pureza de una sustancia, bien por desmembración, por su mezcla con otras sustancias o desviación en la evolución natural del material.

La corrupción política refiere el abuso de poder en la función pública para beneficio personal, generalmente de forma secreta y privada. Lo contrario es la transparencia. Y partamos de la base de que todos los gobiernos, desde su naturaleza humana, son susceptibles de ser corruptos.

A partir de aquí, se abre un mundo inusitado de formas y maneras, desde la malversación hasta la prevaricación, pasando por el nepotismo, la extorsión, los fraudes, la falsificación, los sobornos o el uso ilegítimo de la información privilegiada. Múltiples ángulos de distorsión y desajuste.

Jeffers (1962) poeta estadounidense decía que la corrupción no era obligatoria, introduciéndonos en la voluntad, aspecto sobre el que me gustaría incidir, y que nos dirige hacia una u otra dirección determinada. 

Entre las causas que conducen la corrupción se señalan la carencia de conciencia social y la falta de educación en la cultura del compromiso. Merecería la pena, dada la presencia generalizada de corruptelas varias, introducir estos tintes dentro del curriculum académico de nuestros jóvenes, de igual manera que volver al estudio de una lengua que si bien muerta por la falta de hablantes, está completamente viva por el acierto en el reflejo de la realidad.




viernes, 29 de enero de 2016

Tea Party (*)

Bajo este nombre se evoca el Motín del Té de Boston a finales del siglo XVIII que protestaba por la aprobación de impuestos al té, dado que los implicados en su comercio no contaban con representación en el parlamento británico. Actualmente bajo esta denominación encontramos un movimiento político que defiende la vuelta a los orígenes constitucionales de los Estados Unidos, tiempos marcados por la defensa de una mínima intervención del Estado en las cuestiones individuales. Entre estos asuntos, y siempre enfocando con una lupa mediatizada por el espíritu puritano (**) que fundó este país, se halla la sempiterna discusión acerca de la legitimidad del Estado para recaudar y el uso que pueda producirse de tales caudales. 

Nuestro entorno no discute la necesaria intervención de la esfera pública en los asuntos particulares, derivada esta de la dimensión del Derecho como contrato social y regulador de toda actividad, pero sí el grado de participación en los mismos.

Llegados a este punto de la disertación, sí podemos preguntarnos si este movimiento podría tomar carta de naturaleza en una sociedad como la nuestra, europea y mediterránea, caracterizada además del Imperio de la Ley, por el desarrollo de un Estado al que se le presupone pretensiones benefactoras. Si el liberalismo económico podría sobrevivir frente a las demandas democráticas que se exponen en los diversos ordenamientos jurídicos que regulan la convivencia en nuestro continente.

Expuesta esta realidad, la alternativa pasa por recortar el gasto que el Estado reparte entre todos los ciudadanos racionalizando su funcionamiento: desmontar administraciones paralelas; erradicar privilegios fiscales que no solo dañan la idea de igualdad de todos los ciudadanos (en el caso español, evocar de una vez por todas el art.14.1 CE), sino que son un atentado para la redistribución justa del recurso; evitar la desviación de este último bajo corruptelas que alientan el enriquecimiento de unos pocos a costa de otros; desarrollar políticas basadas en el bien común y no en el particular; mejorar el necesario liberalismo político que separa las tres funciones que ejerce con monopolio el Estado para procurar una conducción correcta de las materias; publicar las cuentas de todos para poder conocer el fruto de nuestros impuestos.

Dada la composición humana de los gobiernos, podemos esperar que no sean perfectos, pero bajo la circunstancia de una crisis económica, deben al menos, ser prácticos.


(*) entrada dedicada al ClubdelosViernes.org, que tuvo a bien invitarme a escuchar mis opiniones.


(**) http://dianoia.filosoficas.unam.mx/files/9713/7021/0947/DIA55_Zea.pdf