Para los británicos, algo absurdo, sin sentido y falto de
argumentación. Del pueblo anglosajón se podrán decir muchas cosas, y no todas
buenas, pero sí, que su idioma no peca de inexactitud.
La Mezquita-catedral de Córdoba se empezó a construir en
785, tras la invasión musulmana de la península Ibérica, en el lugar que
ocupaba la basílica visigótica de San Vicente Mártir, el templo cristiano más
importante de la ciudad. Las excavaciones arqueológicas realizadas en 1930
demostraron la existencia en el subsuelo de la actual Catedral de todo un
complejo episcopal que puede datarse entre los siglos IV y VI. Allí se
encuentran los restos arqueológicos de la primitiva construcción visigótica, la
domus episcopalis, la escuela clerical y los servicios de caridad del Obispo. A
su vez, ésta fue construida sobre un templo romano dedicado a Jano.
La mezquita de Córdoba habría sido iniciada bajo el reinado
del primer emir omeya Abderramán I, quien compró su parte de la basílica a los
cristianos, sobre la planta de la iglesia anterior, cambiando la orientación de
su eje, señalando la calle principal de la antigua Córdoba romana (Colonia
Patricia), y sufriendo sucesivas ampliaciones en los siglos IX y X, y concluida bajo mandato de Almanzor.
En 1238, tras la Reconquista, se llevó a cabo su consagración
como catedral.
En 2006 el Obispado de la ciudad matriculó por primera vez
el edificio en el Registro de la Propiedad. Este hecho provocó las críticas por
parte de distintos sectores sociales de la ciudad hacia la Iglesia católica,
considerando que se había apropiado simbólicamente del edificio, borrando el
pasado andalusí de sus explicaciones a los turistas, incluso con el hecho de dejar de llamar
mezquita a la Mezquita de Córdoba, limitándose a usar el término catedral para
referirse a ella.
En primer lugar, cualquier recorrido por la Catedral de
Córdoba pasa por reconocer su ayer musulmán. Imposible no entrar por la
Puerta del Perdón, y no hablar de su estilo múdejar, seguir por el Patio de Los Naranjos ( lo que en tiempos del
Califato era el "Patio de las Abluciones") y
terminar por su alminar
desmochado (y rodeado desde principios del siglo XVII de un «encofrado» de estilo
herreriano.)
La historia del edificio demuestra que ha sufrido
reconversiones a lo largo del tiempo, siguiendo la fé imperante del momento, y
siendo modificado, no siempre de forma acertada (*) acorde a la misma. Y en ese
sentido debe entenderse la adopción oficial del nombre católico de la
construcción, puesto que el de Mezquita de Córdoba ya figurará para siempre en
el imaginario público.
La Plataforma Mezquita-Catedral de Córdoba parece obedecer a
intereses extraños a la mera administración y conservación del edificio, cuestionándose las verdaderas razones de la reclamación.
Mi mas rendida emoción al entrar en el palmeral de la Sala
de Columnas de la Mezquita; imposible no preguntarse por su espléndido pasado árabe.
(*) La mayor quiebra
del edificio islámico se produce a lo largo del siglo XVI, al elevar en medio
de la antigua mezquita una gran nave cristiana bajo los auspicios artísticos y
arquitectónicos del Renacimiento, lo que supuso de ruptura grave con los
postulados espaciales islámicos. No en vano la propuesta fue polémica y estuvo
sujeta a duros enfrentamientos entre diferentes autoridades. Intercedió al final
el emperador Carlos V para que se realizara la obra, aunque más tarde se
lamentara, con la famosa frase habéis
destruido lo que era único en el mundo, y habéis puesto en su lugar lo que se
puede ver en todas partes.
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