He podido ver el avance de la cinta. Sombría, retadora, de tonos
fríos y amenazantes, ambiente apocalíptico (su estreno para mayo). Curioso como es el ser humano del
mañana, nos gusta jugar con todas las posibilidades, incluida una menos que
probable evolución y posterior rebelión de los macacos.
Sin embargo, plantea una hipótesis de trabajo inicial real a
considerar: la cuasi extinción de la especie humana provocada por una hecatombe
nuclear, como si de dinosaurios mastodónticos se tratara. Con una diferencia con estos gigantes: en nuestro mundo la destrucción del hombre la produce el hombre. En lugar de alimentarnos del instinto de
preservación, optamos por el procedimiento del exterminio.
Esta última palabra nos lleva a rememorar de forma automática
la matanza de Judíos y Otras Minorías a manos nazistas en la década de los 30 y
40 del siglo pasado, y a un pueblo que no supo distinguir entre una orden y un trastorno.
Estos días ha aparecido en prensa una noticia acerca de la esterilización sistemática del Pueblo Gitano por parte de una nación que se
considera socialmente adelantada como es la sueca, en un intento de erradicación de esta etnia. Pero hay mas ejemplos de genocidios: Aborígenes
en Australia, Tutsis en Ruanda, Camboyanos por el régimen de Jemeres Rojos,..
En lugar de aceptar la convivencia con el diferente, se elije negarlos justificándonos en la ”conservación y normalización de nuestro entorno”, en lo que se conoce como Darwinismo Social. La ventaja que surge es evidente: cuanto mas homogénea es una masa, el control sobre sus opiniones es mas efectivo, además de ahorrar en recursos en busca de la integración.
Esta característica tan humana se recoge de forma espléndida en la saga del Planeta de los Simios, convirtiéndose así en una gran fábula acerca de los límites a los que puede llegar el comportamiento humano cuando conquista el poder.
En lugar de aceptar la convivencia con el diferente, se elije negarlos justificándonos en la ”conservación y normalización de nuestro entorno”, en lo que se conoce como Darwinismo Social. La ventaja que surge es evidente: cuanto mas homogénea es una masa, el control sobre sus opiniones es mas efectivo, además de ahorrar en recursos en busca de la integración.
Esta característica tan humana se recoge de forma espléndida en la saga del Planeta de los Simios, convirtiéndose así en una gran fábula acerca de los límites a los que puede llegar el comportamiento humano cuando conquista el poder.
Una cosa mas: me declaro fan de la película. Y un dato para los curiosos, el autor de la narración en la que se basó el primer guión, Pierre Boulle, también firmó la novela "El puente sobre el río Kwai".
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