jueves, 3 de abril de 2014

Jamón, jamón

Han abierto una carnicería regentada por musulmanes cerca de donde vivo. Evidentemente no hay “cochino”. Su religión les prohíbe la ingesta de su carne, en un precepto dictado en su tiempo por Mahoma.  Parece ser que había una explicación más que racional para ello: condiciones nutricionales de este animal, escasa adaptación al clima árido del Medio Oriente, condiciones ecológicas que desfavorecían su cría. Al no poder cumplir su función de dar carne con una escasa inversión, el puerco se convirtió en un animal inútil y una maldición para quien lo tocara.

Hasta aquí, bien.  Hoy, sus limitaciones han sufrido un cambio radical; se ha superado  la triquinelosis (la misma que llevó a España a esperar un sinfín de años antes de iniciar la exportación de sus productos porcinos) y el argumento de animal sucio es algo fácil de rebatir:  no sólo hay animales igual de asquerosos, como las gallinas, sino que también existe el cerdo limpio, puesto que se revuelca en el barro para procurarse cierta higiene.

Desde un punto de vista lógico, sería pues hora de superar la restricción a la que se ve abocado este animal. Sin embargo, persisten en ello. Posición numantina.

La relación que guarda el Judaísmo con el marrano es similar. Sólo diremos que preguntados por ello, su respuesta es la siguiente: "científicos del último siglo, investigando las propiedades y efecto de la carne porcina, la dieron a comer a ratones. Al poco tiempo, los citados roedores, se volvieron caníbales. En tanto, aquellos que no habían sido alimentados con ese tipo de carne, no mostraban absolutamente ninguna tendencia salvaje". (*)

En frente, el resto de las grandes Ecclesias monoteistas han evolucionado a lo largo de los años, aclimatándose al devenir de los tiempos. Recordemos aquí la incorporación de la mujer en la práctica de la Fé Protestante, la inclusión de la carne en el período de Cuaresma Católica a favor de comportamientos mas caritativos o incluso los buenos ojos con los que está empezando a ser visto el uso de los condones en el seno de esta misma Iglesia ante la realidad de que efectivamente ayudan en el freno de enfermedades como el Sida.

Son las dos primeras, creencias anti-evolucionistas y primitivas, que hacen el diálogo muy difícil con aquéllos partidarios de su facciones más tradicionalistas. Por no hablar del papel al que relegan a las mujeres en ambas.  

Me consta  que hay consumo privado, especialmente de jamón. Cuando no existe ni siquiera opción a la disensión pública de los fundamentos de tu fe, nos podemos hacer una idea del perfil tan intolerante de personas que alimentan.

Una última hora: en Arabia Saudí, los ateos pasarán a ser declarados terroristas. Atemos la mosca por el rabo.

Para mas información:

http://www.organizacionislam.org.ar/portada/nocerdo.htm

http://www.huffingtonpost.co.uk/2014/04/02/atheists-classified-terrorists-new-saudi-arabian-laws_n_5075129.html?utm_hp_ref=canada&ir=Canada


(*) http://www.judaismovirtual.com/preguntas/1556_no_cerdo.htm
      http://judaismosalud.blogspot.com.es/2011/01/los-judios-no-comemos-cerdo.html

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