Con la que está cayendo, las continuas llamadas al diálogo
de Adolfo Suárez, su defensa de la honradez y honestidad que deben adornar a los que se dedican a los asuntos públicos, enmendaban
la plana allá desde donde hablara.
Hizo residir en su provincia natal la Escuela Nacional de
Policía, protectores del orden social
establecido. El currículo incluye desde su fundación el estudio de la
Constitución, algo que puede parecer natural en un Cuerpo del Estado, pero que
recuerda a los hombres y mujeres que optan por esta salida profesional su
vocación de servicio y su justo espacio en la defensa de las libertades y expresión de derechos y obligaciones.
Me pregunto que habría pensado de la situación de deterioro
general de no estar limitado. Si hubiera
visto y oído la falta de rumbo que como País andamos soportando.
He repasado sus discursos, y hay una idea que se repite de forma casi enfermiza: futuro. Como personas, la proyección en el futuro fundamenta nuestra existencia. Y el buen desarrollo y logro de las expectativas son las que nos hacen inmediatamente felices. En este sentido, la esperanza de que todo irá mejor, la fe en el éxito de nuestras empresas particulares o públicas son las que alimentan nuestro movimiento.
He repasado sus discursos, y hay una idea que se repite de forma casi enfermiza: futuro. Como personas, la proyección en el futuro fundamenta nuestra existencia. Y el buen desarrollo y logro de las expectativas son las que nos hacen inmediatamente felices. En este sentido, la esperanza de que todo irá mejor, la fe en el éxito de nuestras empresas particulares o públicas son las que alimentan nuestro movimiento.
Mucho se ha hablado de la soledad que soportó en vida que
enfrentó con una innata capacidad para saber qué es lo que se debía hacer en
cada momento, esencia de la buena Ciencia Política.
Suárez, como castellano rancio, era firmemente creyente. Y mas chulo que un ocho.
Descanse en paz.
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